Para muchos autores, noveles o no, una obra se acaba y ya está. Es este, posiblemente, el principal error que cometen los autores, especialmente si inmediatamente después van a presentar el manuscrito a editoriales y agentes literarios. Por regla general, los autores creen mucho en su obra. Para colmo de equivocaciones en este sentido, entregan la flamante obra a amigos, conocidos, parejas y familiares diversos. Las opiniones de estas personas cercanas al autor de la obra las podemos imaginar. ¿Alguien se atrevería a decirle que tal parte le ha resultado tediosa?, ¿le diría usted a su cuñado que la obra es muy mala? o que hay partes que le han ahorrado muchos somníferos. Nadie en su sano juicio le refiere a un escritor que su obra «no vale nada», evidentemente. Nunca le diríamos a un autor amigo que «no pierda el tiempo tratando de publicar semejante “pestiñazo”».
Flaco favor hacemos al autor con esta actitud: después de nuestros halagos infundados y nada comprometedores hacia su obra, después de una valoración más falsa que un euro de madera estamos condenando al ingenuo autor, preso de su vanidad, eso sí, a dedicar horas y más horas a envíos, la mayoría de las veces infructuosos, a editoriales, concursos, agentes literarios, peligrosos gurús de internet, falsos agentes que le van a prometer hacerlo rico vendiendo sus libros de esta o aquella manera…
Sin embargo, muchas obras ganan un cien por cien en brillantez e interés comercial con tan solo algunos cambios. En ocasiones se trata de ligeras modificaciones, de eliminar errores y de abrillantar algunos pasajes; solo eso y nada más. Ahora sí, podemos estar ante una obra excelente, bien ultimada, que presentar a cuantos pudieran estar interesados, realmente, en su publicación. Pero… ¿cómo se consigue esta magnífica metamorfosis?
¿Quién debe hacer la valoración profesional de una obra literaria?
Un experto en valoraciones literarias no es un joven que acaba de salir de alguna facultad de humanidades ni un locuaz gurú, de los que denominan influencers, que afirma haber vendido miles de libros a través de plataformas, de lugares siempre ajenos a las editoriales. Un experto en las técnicas de valoración de obras literarias es o ha sido un profesional del mundo de la literatura: agente literario, editor, corrector, crítico literario, escritor de cierto éxito, profesor de Literatura y/o afines con estudios aplicados en Literatura, Lengua, Filosofía y letras u otras humanidades. Desde luego, un experto en valoración literaria no es, por mucho que disfrute leyendo, nuestro querido cuñado.
Por decirlo de una forma más gráfica: para manejar un remolcador de barcos, primero hay que haber sido capitán de buques de gran tonelaje durante muchos años.
¿Qué cuestiones aborda una valoración literaria?
La valoración de una obra literaria es compleja. Se abordan en ella todos los aspectos relacionados con su contenido, pormenorizadamente y de forma objetiva, de manera que resulte al autor de gran utilidad a la hora de emprender posible modificaciones sobre el texto inicial. Así, se tendrán en cuenta especialmente:
- Los personajes
- La estructura
- La manera de comenzar y concluir la obra
- El lenguaje empleado
- Los tiempos
- Las capacidades descriptivas
- Las aptitudes narrativas
- La capacidad para la confección de diálogos
- La trama
- Los niveles de incertidumbre
- Los pasajes más brillantes
- Los capítulos o pasajes más tediosos
- Aspectos que no se acaban de entender bien
- El interés lector y comercial
- El registro idiomático empleado
- Otras
Así mismo, el responsable de la valoración profesional anotará posibles fallos detectados a lo largo de toda la obra, indicando con claridad dónde se encuentran. También realizará sugerencias en el sentido de la eliminación de frases o párrafos redundantes, la mala colocación de las comas y otros elementos tipográficos, la concordancia numeral y temporal de los verbos, la buena o mala realización de perífrasis, frases subordinadas, etc.
Por últimos, el experto responsable de la valoración literaria de una obra deberá indicar al autor la manera de abrillantarla en todo lo relacionado con los aspectos descritos anteriormente.
¿Cómo asegurarnos de que estamos ante una valoración literaria profesional?
Lo primero es asegurarnos de que el profesional al que hemos encomendado la valoración de nuestra obra la ha leído completa y detenidamente. En segundo lugar comprobaremos que no se trata de una valoración estándar ni una de estas cosas que se hacen con inteligencia artificial. Para ello debemos fijarnos en que se refiere a nuestra obra en todo momento, sin análisis generales, y que sus propuestas van mucho más allá de generalidades aplicables a cualquier texto literario.
Pero, por encima de todo, debemos asegurarnos que esta valoración la realiza alguien a quien podamos conocer, que no se esconda bajo el anonimato de una web o tras el tampantojo de un canal de video. Para ello deberemos solicitar las credenciales de la persona responsable de la valoración encomendada y contar con la posibilidad de hablar con ella al menos telefónicamente.
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Muchas gracias.